La razón principal por la que nos atrevemos a decir esto es por la numerosa afluencia de público, hecho que es el único que da sentido a la democracia municipal y que no tiene que deberse al interés por una sola cuestión concreta, pues todas las decisiones son importantes y nos afectan a tod@s. Participar, informarse de lo que pasa en el municipio, debatir, saber escuchar, proponer, criticar... hace a la población de Santo Domingo más decente por cuanto construye ciudad en un sentido trascendente. Crecer como ciudadanos es una tarea completamente necesaria en todo tiempo, pero cuando las agresiones a las capas populares y trabajadoras son tan graves como en el momento actual, se hace imprescindible y obligatorio.
Frente a esa falsa antipolítica que se abona constantemente por los que defienden el status privilegiado, desde IU no nos cansamos de reivindicar la "política" como la "toma de partido" para defender los intereses legítimos de la mayoría social, herramienta de defensa de los más desfavorecidos para conseguir abrir espacios de libertad y conquistar derechos inherentes a la condición de ser humano frente a la avaricia infinita de los poderosos.
Pero además, la mayoría de los representantes de la ciudad (con la excepción de los miembros del PP, allá ellos) rechazó que la tutela judicial solo sea accesible a quien pueda pagar altos cánones y tasas, se reivindicó la dignidad de la mujer y su derecho a disponer con plena capacidad de su sexualidad, se debatió con argumentos la peatonalización del casco histórico, se pudo escuchar la voz de los que pensamos que no se necesitan pasarelas cuyo único objetivo es colocar una placa conmemorativa para que la prensa de cuenta de ello con una generosa fotografía, se escuchó la alternativa que planteamos desde IU y la crítica afilada por personas del público, se hizo ciudad, hicimos política, ganó la democracia... Conseguimos ser más decentes.
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