sábado, 1 de febrero de 2014

El aborto, una cuestión política o una cuestión cultural

Nota: El pasado martes 28 de enero la ciudad de Santo Domingo aprobaba por mayoría una moción donde se reivindicaba el derecho de la mujer a decidir sobre su propia sexualidad y a la planificación de su maternidad. Diego Mendiola, portavoz de Izquierda Unida fue el encargado de defender esta propuesta y reflexionaba diciendo que era un honor, una tristeza y a la vez una responsabilidad enorme el reivindicar los derechos de las mujeres. Honor por reivindicar la histórica lucha de las mujeres de nuestro país por su liberación, tristeza por tener que hacerlo en este año 2014 cuando estas cuestiones deberían estar superadas y responsabilidad porque había que estar a la altura de poder expresar fielmente los planteamientos de las compañeras. lo resumía en la siguiente reflexión: "Podría parecer contradictorio que una moción que reivindica los derechos y libertades de las mujeres sea defendido por un hombre. Nada más lejos de la realidad, lo hago con toda la humildad del mundo, con el máximo afán de ser solidario con todas ellas, y sobre todo con la esperanza de que muy pronto alguna compañera de IU pueda defender sus ideas en este ayuntamiento".

Estamos en tiempos difíciles, y más aún las mujeres cuando un partido político de derechas y mangoneado por las élites religiosas decide cambiar la ley del aborto del 2010 aprobada por el PSOE en la que todas las mujeres eran libres de decidir si deseaban abortar o no. Lo cierto es que no se cuenta que cuando se va a una clínica de abortos los médicos te permiten tres días de reflexión, para presionar a la mujer con el miedo que le supone la decisión de abortar, aún lo tenga más complicado y sean puestos más en duda todavía sus derechos.

¿Y qué es el aborto? Es una cuestión que los políticos deben votar y decidir o es una cuestión cultural. Si se trabajara en la construcción de buenos centros de planificación familiar y en proyectos de educación sexual en las escuelas muchas niñas serían conscientes de lo que supone quedarse embarazada con 15 años o una mujer de 30 años que no desea tener un hijo por sus cuestiones económicas. Por tanto la política del gobierno de Rajoy vuelve a ser una política deficiente en cuestión de género y aún más grave, precariza la vida de las mujeres. Si ya en tiempo de crisis son los niños y las mujeres los que más sufren, con esta ley quieren demostrar que las mujeres no tienen decisión para decidir sobre su propio cuerpo, un derecho fundamental en una democracia supuestamente "liberal" . Y debemos ser hombres y mujeres, todos iguales, los que reivindiquemos el derecho a decidir.

Combatamos contra esta reforma, y contra todas las reformas que impidan la libertad de decisión de las personas, porque habrá un día en el que seas tú el que desees decidir sobre tu cuerpo y sobre tu vida pero habrá una ley ya impuesta que no te permitirá hacerlo .

Ana Prior Rodríguez


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