martes, 5 de noviembre de 2019

Piazza di Spagna (IV)

Querido Enrico Berlinguer:

¿Recuerdas cuando dijiste aquella frase de que "los trenes pueden llegar a su hora bajo el P.C.I." ? Es algo que hemos tenido presente durante estos escasos meses de gobierno. Era una exigencia que nos impusimos y que era preciso demostrar a la inmensa mayoría. Realmente fue la principal idea que nos movió a la hora de participar en el gobierno municipal. Para Izquierda Unida era prácticamente un imperativo categórico el hecho de ser capaces de mostrar la capacidad de participar en un gobierno, siendo prácticos, pero sin renunciar a ninguno de nuestros ideales, siendo conscientes que atender lo urgente requería de mano izquierda y de ir solventando lo posible sin olvidarse jamás de lo necesario.

En este breve pero intenso periodo hemos demostrado que los cielos no se desploman, ni la tierra se abre si la izquierda accede al poder. Lo que sí pensábamos es que nuestra entrada en el gobierno podía precipitar la moción de censura contra el ya ex-alcalde Javier Ruiz en el mes de julio. En esa apreciación hemos de reconocer que nos equivocamos. Pero a partir del mes de septiembre los hechos se sucedieron y no tuvimos más remedio que hablar alto y claro. La correlación de fuerzas hacía difícil la acción de gobierno, pero el papel de perro de hortelano que estaban representando las derechas era insostenible. O se deja gobernar o se plantea una alternativa. Todo lo demás era una pérdida de tiempo y una falta de consideración con los vecinos y vecinas.

Tengo que decirte que los últimos días de permanencia en el gobierno han sido una mezcla de tragedia, drama y comedia mediterránea. Una sucesión de escenas propias del estilo cinematográfico de Berlanga, el director valenciano que quizá comparta un parentesco lejano contigo. Pues son derivaciones de una misma raíz que se separaron cuando Cataluña miraba al mundo en vez de encerrarse en sí  misma. Y hablando de Cataluña me acuerdo de aquel militante comunista del PSUC que le dijo a Carrillo: "El eurocomunismo es ir a romper huelgas". Probablemente no era tu idea, pero finalmente es lo que resultó.

Me viene a la mente una imagen de tu funeral en aquella Roma entrañable, abarrotada por más de un millón de personas, miles de banderas rojas al viento para darte el último adiós. Hay una imagen que se superpone a todas las demás. Una bandera del Viet-Cong, las franjas roja y azul clara entrelazadas con la estrella amarilla de cinco puntas como un símbolo del momento pero que se proyectaba como promesa de futuro. Una alegoría a esa resistencia tan necesaria para encarar unos trances difíciles que nadie se atrevía a pintar tan sumamente oscuros como finalmente están resultado. Pero esto lo dejaremos para otro momento.

En este breve tiempo hemos intentado aquella política que planteabas en la propuesta de "Alternativa Democrática". Girar hacia la colaboración y la solidaridad entre los partidos de izquierda. En Italia tristemente nunca se hizo efectiva, ya que aquel fatídico 7 de junio de 1984, tuviste que abandonar repentinamente la tribuna de aquel mitin en Padua: habías sufrido una hemorragia cerebral, y morías tres días después. La vida está llena de injusticias, por eso militamos para combatirlas. Lo triste de nuestro caso concreto es que aquí la alargada sombra de la escuela política "escasamente socialista" de Bettino Craxi parecía haber empezado a desaparecer tras el pase a la reserva de su principal valedor a nivel local. Cosa positiva para una sana colaboración entre las fuerzas de izquierda. Pero la inestabilidad de la correlación de fuerzas surgidas de las elecciones del 26 de mayo ha hecho que el gobierno municipal haya sido cesado a través de una moción de censura en poco más de 100 días. El estilo italiano en la política de nuestro municipio se va imponiendo poco a poco.

La verdad que nos encontramos ante una situación compleja. La anti-política obtuvo un resultado razonablemente bueno en las elecciones y si no hay una izquierda sólida en lo ideológico y organizativo, lo que hoy es amarillo mañana puede pasar a ser negro sin demasiados esfuerzos. Veremos qué ocurre este domingo (Turatevi il naso ma votate U.P.). Nuestra acción política y nuestro discurso son más necesarios que nunca; para nosotros mismos, pero también para entablar un diálogo sincero en un ámbito de colaboración con posibles sectores y fuerzas aliadas de cara a futuro. Es probable que la política de "Alternativa Democrática" sea la única herramienta posible si queremos cambiar la correlación de fuerzas de aquí a 2023. La injusta muerte te impidió saber si era posible en Italia. Aquí quizá tengamos la oportunidad de comprobarlo.




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