sábado, 20 de abril de 2019

El color o las tinieblas


Los comienzos siempre son difíciles, y por tanto podría comenzar esta tribuna que me brindan diciendo que la moción de censura, la mini-legislatura del gobierno de Pedro Sánchez y el haber echado del gobierno al Partido Popular de Mariano Rajoy ha resuelto todos los problemas a los que se enfrentaba el país, o que la política aplicada por el PSOE ha cumplido y satisfecho todas nuestras expectativas. Sin embargo, sería un intento estúpidamente inútil, con el que intentar engañar a la gente que menos se deja engañar. La gente crítica y razonable, que es esa inmensa mayoría trabajadora a la que nos dirigimos. El deber cívico de una candidatura que apuesta por los cambios y la transformación social desde el ámbito de la izquierda alternativa, es hablar desde el corazón y la cabeza y decir siempre la verdad a nuestro pueblo, porque la verdad siempre es democrática y revolucionaria, y la verdad es que la situación actual no es precisamente buena ni sencilla. Pero haciendo un ejercicio de memoria y poniéndonos a pensar, podemos recordar sin demasiado esfuerzo que en los últimos tiempos tampoco lo ha sido.

La crisis económica del sistema capitalista neoliberal ha derivado en una crisis política y social que amenaza con arrasar derechos y libertades fundamentales que hasta hace cuatro días nadie se hubiera atrevido a poner en cuestión. Es necesario hacer un esfuerzo en favor del recuerdo y tener en cuenta que fue el PSOE el que permitió el Gobierno del PP con aquella abstención de la vergüenza; y que solo el voto a la confluencia de unidad popular formada por Unidas Podemos-Izquierda Unida-Equo Verdes de La Rioja es la que puede garantizar que el Partido Socialista no realice su tradicional política de derechas por enésima vez o lo que es peor, que la hidra de tres cabezas convierta el parlamento en una ciénaga, asentándose un bloque reaccionario para hacer retroceder al país décadas enteras en todos los aspectos de la vida.

En este momento se abren dos vías, la que transita por la resignación y conduce a las tinieblas, a esas caliginosas tinieblas en las que se sumergió España hace 80 años. No obstante, ese no es el camino correcto que hay que indicar a nuestro pueblo. Es necesario transitar por otra vía, que es un camino más difícil. Es un camino de lucha que permita resistencia hoy para construir alternativa mañana y poder ofrecer un proyecto de país en color, que realmente solucione los problemas de la mayoría social trabajadora, los problemas de desempleo y precariedad, que garantice una sanidad y una educación 100% públicas y de calidad, una banca pública al servicio del pueblo…etc. Es imprescindible recordar a Marcelino Camacho cuando nos decía que hay que elegir entre lo posible y lo necesario, y hay que tener  muy claro que siempre hay que optar por lo necesario, porque aunque sea lo costoso, lo difícil es lo verdaderamente importante. Frente a la resignación y la apatía que quieren propagar determinados sectores hay que reivindicar el optimismo de la voluntad. Sin nosotras y nosotros no hay democracia posible, ni digna de recibir ese nombre.

Nuestro pueblo tiene que tener absolutamente claro para este 28 de abril que el apoyo electoral a Unidas Podemos-Izquierda Unida–Equo en La Rioja y en el conjunto de España es la única garantía, es el baluarte democrático que impide que el PSOE se deslice de forma sibilina hacia el “neo-felipismo” de la mano de Ciudadanos como ciertos sectores del gran capital están preparando y patrocinando; y también es el jarabe democrático para evitar lo que sería un desastre para nuestro país, que el bloque reaccionario pretenda hacer lo que ni los franquistas veían viable, que es el franquismo sin Franco. Frente a la privatización, frente a los recortes, frente a la reacción, el voto a Unidas Podemos-Izquierda Unida-Equo en confluencia es el voto de la democracia, la libertad y los derechos.


Diego Mendiola García

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