lunes, 30 de abril de 2018

Del 1º de Mayo y las "tradiciones" de blandiblú

Desde una fuerza que se considere mínimamente democrática y medianamente progresista no solamente se debe huir de la “tradición” como argumento político. Ésta debe ser combatida porque no es un argumento válido por sí mismo. Apelar a la “tradición” sin mayor fundamento es irracional y previo al modelo económico y social heredero de la Revolución Francesa de 1789. Defender posiciones políticas en base a los “usos y costumbres” sin que estos puedan ser sometidos a una crítica racional es propio de pensamientos reaccionarios, lo contrario de la democracia, el progresismo y las ideas avanzadas. 

Otra cosa bien distinta es defender la tradición como sinónimo de la cultura popular y el folclore, cuestiones que forman parte del patrimonio cultural de los pueblos. Estos son bienes a proteger, puesto que explican el desarrollo histórico y son necesarios para entender la sociedad actual y permitirla avanzar en su desarrollo social y cultural.

Todo esto viene muy a cuento debido a la decisión unilateral del alcalde del ¿PSOE? de reformar la “tradición” de celebrar el pregón de fiestas el 1º de Mayo y cambiar la hora de las 20:00 como venía haciéndose, a las 13:00 como parece ser que será en esta ocasión. Este cambio lo hace apelando a la “tradición”. Una “tradición” que tiene una docena y pico de años a lo sumo, ya que fue él mismo quien la impuso por su propio interés y beneficio, puesto que no hace falta ser muy viejo para recordar que el el pregón se daba el día 10 de mayo desde el balcón del ayuntamiento . Aquí parece ser que las “tradiciones” se instauran de un día para otro, y si no nos son cómodas se cambian rápidamente y hay que tragar de forma acrítica para no salirse de la foto. Eso no es tradición, es tradicionalismo a la carta, una herramienta oportunista sin base ni fundamento, falsa, endeble y de blandiblú.

De ahí el malestar que desde esta fuerza manifestamos en el último pleno de la Corporación Municipal. Porque básicamente en eso se ha quedado, un foro donde expresar el malestar. Nuestra forma de entender la democracia es permitir hacer compatible los intereses de los distintos sectores sociales, teniendo respeto por todos y más cuando se ejerce la labor de gobierno, cosa que nada tiene que ver con el “ordeno y mando” al que algunos están tan acostumbrados. Y esa es la razón por la cual pedimos que no se nos invite a un acto que está programado para que haya que elegir entre el pregón o participar en los actos que las organizaciones sindicales y de trabajadores tienen previstas para ese día 1º de Mayo, jornada de reivindicación de los derechos y deberes de la clase trabajadora. Además, hace tiempo que dejamos de creer en las casualidades...

Por otro lado, y dando respuesta a una pregunta suscitada el otro día en el pleno nos parece interesante explicar que el Día del Trabajador empezó a ser celebrado en 1889 en España. Sin embargo, el día no fue declarado fiesta nacional hasta 1931 coincidiendo con la instauración de la Segunda República. Largo Caballero, Ministro de Trabajo, dirigente de la UGT y miembro del PSOE cuando todavía era socialista y obrero, había propuesto que la fecha fuese declarada oficial, la propuesta fue aceptada a los pocos días de proclamado el nuevo régimen republicano. 

Y bajando a lo concreto que es lo que nos atañe hay que ir a algunas fuentes para explicar cómo se inicia el carácter festivo del 1º de mayo en nuestra ciudad. En el libro “Aquí nunca pasó nada” de Jesús Vicente Aguirre en el apartado dedicado a Santo Domingo de la Calzada se puede leer: 

Mientras tanto se ha celebrado el primero de Mayo, para el que “se había ordenado por bando el cierre de fábricas, talleres, comercios y establecimientos públicos”. La Banda de música recorre las calles tocando “La Internacional”, y del Ateneo Republicano parte “una importante manifestación” (La Rioja 3.5.1931). La abanderada es Juanita Domingo. Ya en el teatro se suceden los discursos, que recorren el largo camino que separa la Comuna de París de la recién conseguida “república española liberal y democrática”, pasando por los sucesos de Chicago y los muertos “con la bandera roja entre sus manos, la roja bandera de la libertad”. 

El primero de mayo se instauró como una fiesta popular, obrera y reivindicativa en nuestra ciudad y en todo el país. Si bien es cierto, ese componente inicial fue laminado en los años de la posguerra por la doctrina del nacional-catolicismo que tan presente parece estar en algunos representantes del actual PSOE. Y si tan partidario se es del respeto a la “tradición”, lo lógico sería realizar el pregón el día 25 de abril, que es el que inicia el periodo festivo.


Madrid, 1-5-1931.- De izquierda a derecha, el alcalde de Madrid, Pedro Rico, de Acción Republicana; el ministro de Trabajo y Previsión Social, Francisco Largo Caballero, del PSOE; el filósofo y diputado independiente, Miguel de Unamuno; el ministro de Hacienda, Indalecio Prieto, del PSOE; y Mellie Staal, representante de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en Ginebra durante la manifestación del Primero de Mayo, primera que se celebra oficialmente en España.

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