miércoles, 20 de noviembre de 2013

!!! Libertad, Libertad, Libertad...!!!

"Nos vamos por la culpa, de esos fusiles,
hoy solo somos cientos, mañana miles."
José María Carrillo "Toma tu tierra"

Consideramos que previamente a las instituciones supuestamente democráticas, existe un punto de partida mucho más importante que es el hecho de que haya establecidas unas libertades públicas y unos derechos civiles que den forma y contenido a la democracia. Una democracia sin libertades públicas, sin derechos civiles no es democracia, es un sarcasmo en el mejor de los casos o un régimen autoritario en el peor de ellos.

Hemos asistido en estos últimos años al vaciamiento de contenido de la democracia a todos los niveles, a recortes en todas las áreas más sensibles para las capas populares y trabajadoras, en definitiva, a una devaluación de los derechos económicos y sociales sin precedentes. Pero es que además nos encontramos con una ofensiva que ataca directamente los derechos políticos básicos que son finalmente la sustancia primera de cualquier democracia. Como muestra, la nueva ley de represión política y social que plantea el gobierno del PP.

Esta sustancia primera de la democracia se comenzó a generar en este país allá por el año 1956, cuando nosotros, y digo nosotros porque fuimos los padrinos de aquella decisión histórica, comenzamos a apostar decididamente por la política de  “reconciliación nacional”, tendiendo la mano a todas las fuerzas antifranquistas del exilio y del interior y posteriormente agrupando incluso a sectores que habían estado integrados en el franquismo en los primeros momentos, pero que consideraban que solo en un sistema de libertades era posible restablecer la convivencia social que creara la base para el respeto y la convivencia pacífica entre los españoles.

En un principio solo un grupo de recalcitrantes reaccionarios fascistas se opuso a la apertura, lo que se conoció como el “Búnker”, que inicialmente parecía arrinconado por las ansias de libertad del pueblo español. Sin embargo, en este año de 2013 tenemos que declarar que esa política está muerta. Mejor dicho, ha sido asesinada por quienes nos gobiernan actualmente. La ley de represión del gobierno ha sido la puntilla.

Escudándose en el poder omnímodo que creen les otorga la mayoría absolutista, que no absoluta, se está tratando a la gente como a perros en vez de ciudadanos, y cuando estos enojados ladran para protestar y defender sus derechos, se sorprenden y se molestan y proceden a reprimirles con multas, sanciones, procesos judiciales... ¡Qué no serán capaces de hacer si alguno se le ocurre empezar a morder!


Pensamos que dado este escenario pre-político que se está implantando para convertir el estado en un régimen autoritario, de lo primero que hay que hablar es de si todos y todas podemos hablar y expresar nuestras opiniones libremente, sin necesidad de ser investigados por “las fuerzas del orden” para ir a engrosar las “listas negras” con nuestra filiación política y sindical, que se manejan en el Ministerio del Interior. Nos gustaría ver unos cuerpos policiales más democráticos, que actuaran con independencia y ecuanimidad, con autonomía de quién gobierne en cada momento. Pura utopía…

Figurar en las “listas negras” es un honor viniendo de donde provienen las directrices políticas, de la herencia socio-política, económica y genética del franquismo. Lo malo es que además es un retroceso que nos hace pensar en la historia de esta tierra. Las “listas negras”  llenaron de presos inocentes el Troncho y las cárceles, el Beti-Jai, la plaza de toros, Ezkaba,  indicando el triste camino que conduce a La Pedraja, a la Grajera, al puente de Briñas, a la Degollada, al cementerio de Hormilla, a La Barranca… Si nos quieren ilegalizar y perseguir, díganlo claramente y háganlo, aunque con la reforma del Código Penal ya están empezando a dejar claro el país que quieren... El de Millán Astray, mutilado y tuerto. No somos héroes y mucho menos queremos ser mártires. Sin embargo, ya sobrevivimos con grandes dosis de heroísmo en la clandestinidad 40 años y aunque muy a nuestro pesar, estamos seguros de que podríamos volver a hacerlo.

Los excesos policiales que han causado varios muertos en pocos años (Iñigo Cabacas, Juan Andrés Benítez…etc.), la utilización antirreglamentaria de material antidisturbios que ha dejado tuertas a varias personas, las detenciones arbitrarias, las identificaciones masivas y las sanciones administrativas, el ver cómo había orden de apalear a estudiantes de secundaria en Valencia que según los mandos eran “el enemigo”, las torturas probadas y condenadas en los tribunales de los Mossos d´Esquadra en Catalunya que han sido indultadas por el gobierno del PP, los centenares de años de prisión y multas millonarias contra las gentes de Andalucía por reclamar pacíficamente “Pan, Tierra y Libertad”, las decenas de procesados dela PAH por defender el derecho sagrado a la vivienda como  dice la Constitución, los perseguidos en Asturias por las huelgas mineras, los detenidos y procesados por participar en la huelga del 14N en la Rioja, en León, en Barcelona, en Sabadell, contra los estudiantes en Sevilla y Zaragoza, contra los profesores en Guadalajara y Toledo no hacen nada más que reafirmar la idea de impedir que nos roben la dignidad.

Pero mientras tanto, que tengan claro que seguiremos haciendo uso de nuestro derecho a la libre expresión, que seguiremos ejercitando nuestros derechos políticos individuales y colectivos, que seguiremos organizando acciones para denunciar su política antisocial y misantrópica, por dura que sea la represión. 

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