La central
nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) empezó a funcionar en 1971 y fue
diseñada para una vida útil de no más de 40 años (la zona de almacenamiento de
residuos para 25). Desde el 7/7/2013 se encuentra en situación de cese
definitivo de la actividad o pre-desmantelamiento, una vez que expiró su
licencia de operación. La planta no produce electricidad desde el 28/12/2012,
cuando a raíz de la inminente entrada en vigor de un nuevo impuesto al
combustible nuclear, Nuclenor (titular de la central) decidió dejar de operar al
considerar que esto le supondría un coste adicional “inasumible”.
Durante 2013
se ha demostrado que su aportación a la generación eléctrica es innecesaria. A
pesar de lo que dicen los lobbies pro-nucleares, los datos de Red Eléctrica
Española, en su avance del Informe del Sistema Eléctrico España de 2013,
indican que la potencia instalada en 2013 es de 556 MW más que en el año 2012 a
pesar del cese de actividad de Garoña. Esto demuestra que estamos en una
situación de sobre capacidad de producción de energía eléctrica. Además, si
tenemos en cuenta el balance de CO2, se puede decir que la producción
de energía eléctrica mediante energía nuclear no es limpia, ya que para
extraer, producir, refinar, y transportar el combustible, y para gestionar los
residuos se produce una cantidad de CO2 que sobrepasa con mucho a
otras industrias productoras de electricidad, y por supuesto a todas las
energías renovables.
A pesar de
ello, el Consejo de Ministros aprobó el pasado 21 de febrero un Real Decreto
para la Gestión Responsable y Segura del Combustible Nuclear Gastado y de los
residuos radiactivos que hace posible que Nuclenor pueda pedir la renovación de
la licencia antes del 6 de julio. Con esta decisión se abre la puerta a que la
planta pueda volver a operar. La decisión significa anteponer los intereses de Nuclenor a la
salud y seguridad de la población. Este RD incorpora disposiciones adicionales
y transitorias en la norma aprobada de tal manera que Garoña podrá acogerse a
la fórmula de “renovación de la autorización de explotación”. Concretamente la
Disposición Transitoria 6ª añadida, hace
referencia a las centrales que, una vez se apruebe este RD, hubieran obtenido
una declaración de cese definitivo de la explotación por razones distintas a
las de seguridad nuclear o protección radiológica y les autoriza a solicitar la
renovación de la autorización de explotación, siempre que no hubiera llegado a
transcurrir un año desde la obtención de declaración de cese. Justamente este
es el caso de la Central de Santa María de Garoña
Se trata de
otro despropósito de un Gobierno que está a merced del lobby nuclear desoyendo a
la ciudadanía e incluso desautorizando
al Consejo de Seguridad Nuclear. Para que Garoña pueda reabrirse, Nuclenor
tendría que hacer inversiones en los sistemas de seguridad por valor de unos
152 millones de euros, tal y como han demostrado las pruebas de stress a las
que ha sido sometida. La decisión de reabrirla obedece exclusivamente a
intereses empresariales y no a necesidades sociales o técnicas. La instrucción
de Seguridad IS¬22 del Consejo de Seguridad Nuclear para la gestión del envejecimiento
de las centrales a largo plazo, exige la presentación de un Plan Integral de
Evaluación y Gestión del Envejecimiento con tres años de antelación a renovar
la autorización de explotación. Por lo tanto sería completamente ilegal su
reapertura antes de tres años.
Por todo lo
anteriormente expuesto, el Grupo Municipal de Izquierda Unida de Santo Domingo de la
Calzada, propone al Pleno del Ayuntamiento que adopte las siguientes
propuestas de acuerdo:
1º.- El Ayuntamiento de Santo Domingo de la
Calzada consciente de la peligrosidad que supone el mantenimiento de una
central nuclear obsoleta que pone en grave riesgo el ecosistema y la seguridad
de las personas, exige al Gobierno
Central la retirada inmediata del Real Decreto aprobado en el Consejo de Ministros
celebrado el día 21 de Febrero que permite, a Nuclenor, solicitar la renovación
de la explotación de la central nuclear de Santa María de Garoña.
2º.- Igualmente, proceder al cierre definitivo e instar a
Nuclenor al consiguiente desmantelamiento, de la central nuclear de Santa María
de Garoña.
3º.- Dar traslado de este acuerdo a la
Presidencia del Gobierno de España, al Ministerio de Industria, Energía y
Turismo, a los grupos parlamentarios del Congreso de Diputados y Senado y a la
Asociación de Municipios en Áreas de Centrales Nucleares (AMAC).
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