Todo avance político, económico, cultural, técnico y social en el curso de la historia universal siempre ha estado ligado al grado de participación de las mujeres en los mismos. Cuando se ha conseguido conquistar un derecho que venía siendo negado a la mujer, la consecuencia positiva que ha generado ha tenido un doble efecto. Por un lado, el avance de derechos para las mujeres, al ser un colectivo históricamente relegado y oprimido, pero también como avance de derechos y ampliación de espacios de libertad para el conjunto de la humanidad.
La sociedad, como colectivo de las voluntades individuales de todos los seres humanos solo podrá avanzar en base a unas relaciones sociales, afectivas y sexuales en clave de igualdad total, desde el respeto, la compresión, la libre actuación y el consentimiento de mutuo acuerdo de las mismas.
Hoy, igual que históricamente lo han venido haciendo las fuerzas más progresivas del país, reclamamos una ley sobre la interrupción voluntaria del embarazo en la que se contemple la prevención contra los embarazos no deseados con una educación afectiva y sexual que recorra todos los estadios educativos, con la coeducación real y efectiva y con la trasmisión de valores de igualdad entre mujeres y hombres. Una ley que faculte a las mujeres para interrumpir su embarazo en el momento y por las razones que desee de forma libre, segura y gratuita, sin restricciones, sin plazos y sin tutelas ya que la mujer debe tener pleno derecho a decidir sobre su propia sexualidad y más concretamente sobre la maternidad como parte fundamental de la misma. Una ley que regule la objeción de conciencia para que ésta no sea una coartada de la clase sanitaria más reaccionaria para negar lo que consideramos un derecho fundamental de la mujer que es a disponer libremente de su sexualidad y de su maternidad. Una ley que elimine el aborto voluntario del Código Penal tanto para las mujeres como para los profesionales sanitarios que las asisten.
Hacemos un llamamiento al conjunto de la sociedad a la movilización y denuncia en contra de la propuesta de la ley involucionista que plantea el actual gobierno.
Por tanto, proponemos al Pleno Municipal de nuestra ciudad la siguiente moción:
1. Manifestar que la Mujer tiene derecho a decidir sobre su sexualidad y sobre su maternidad con plena capacidad y libertad.
2. Rechazar el Anteproyecto de Ley de Protección de los Derechos del Concebido y de la Mujer Embarazada aprobado por el Consejo de Ministros/as porque restringe derechos fundamentales de las mujeres.
3. Posicionarse a favor de que cualquier reforma que se haga sobre Ley Orgánica 2/2010, de 3 de marzo, de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo, esté encaminada a ampliar los derechos fundamentales y específicos de las mujeres, de forma que las mujeres puedan decidir sobre su sexualidad y más concretamente sobre su maternidad.
4. Promover, potenciar y reforzar con programas específicos a nivel municipal la educación afectiva y sexual (sin menoscabo y como complemento de los que puedan llevar a cabo otras administraciones) para promover una cultura donde se ponga de manifiesto lo importante, serio, positivo, natural y sano del desarrollo de la sexualidad como parte fundamental del desarrollo integral del individuo, donde se aporte información sobre métodos anticonceptivos y donde se eduque desde las ideas del consentimiento mutuo, la libertad plena en lo afectivo y lo sexual y la igualdad absoluta de hombres y mujeres.
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