Decíamos ayer...
Fray Luis de León
Hace escasos días, desde IU de Santo Domingo hacíamos pública una nota informativa donde analizábamos la situación actual y también a futuro de nuestro municipio, y con ella abríamos el último curso político completo de la legislatura. En nuestro análisis que venía debatiéndose desde mayo pasado, planteábamos cuál eran desde nuestro punto de vista los posibles movimientos dinámicos que iban a afectar a las distintas fuerzas políticas de la localidad. Si bien es cierto, no de forma completa ya que sabíamos que se gestaban procesos "telúricos" internos que podían llegar a mover las sólidas placas tectónicas de nuestro humilde y a la vez complejo municipio. El respeto a los procesos internos de otras organizaciones es lo que nos lleva ahora a hablar sin tapujos, una vez que todas las cartas están boca arriba sobre el tapete y ahora solo hay que contar amarracos.
Desde que nuestro país recuperó ciertas libertades en los 70, el modelo político que había imperado en nuestra ciudad era el siguiente: El partido de derechas del orden se alterna con el partido "progresista" del orden y en numerosas ocasiones ejerce de árbitro un partido del regionalismo de orden (nada que ver con la gangrena separatista). Se trataba de una política de corto recorrido, pacata, oscurantista, de mesa camilla y confesionario, sibilina, siempre al resguardo de los pliegues de las sotanas, buenas las formas, malos los fondos, la política del mal sacerdote.
Evidentemente sería una injusticia negar ciertos destellos de avance social, económico y cultural, pero básicamente la diferenciación política de nuestro municipio se basa más en una cuestión de filias y fobias personales que en un debate razonado con argumentos sobre la posición política de cada uno, al menos mayoritariamente, siempre hay elogiosas excepciones. Este modelo político, una vez que nos hemos internado de lleno en pleno siglo XXI puede haya empezado a resquebrajarse.
Decir la verdad de lo que uno piensa siempre es revolucionario, aunque se pueda estar equivocado. Tiempo hay para reconocer y enmendar el error. Aplicando el pensamiento lateral nos aventuramos a decir que la situación actual es más o menos la siguiente:
El PSOE siendo consciente de la división interna que afecta al PP a nivel local está muy cómodo, ya que sabe que a pesar de su muy mejorable gestión no es alternativa real en este momento, y espera que no lo sea por lo menos hasta la primavera de 2019. Piensan además que esta situación que vive el partido hegemónico de la derecha además descarta totalmente un Fuenmayor 2.0, cosa que por otro lado no les importaría demasiado ya que levitarían hasta los cielos convertidos en mártires.
Esa debilidad de la derecha mayoritaria tiene otras derivadas, como es la posible fuga de apoyos a otras formaciones del espectro centro-derecha. Sobre todo tras la aparición de un nuevo competidor a nivel local como podría ser C's o el retorno del PR+ a su histórica condición de árbitro. El PSOE con esto se ve muy cómodo, porque aparece como el gran partido del orden, de la "sensatez", que no tendría muy difícil pactar con esos partidos piraña que muerden las piernas del náufrago PP mientras nada a la deriva intentando alcanzar la orilla. El PSOE piensa: "De pactos con IU ni hablar, ya que estamos mejor sin ellos, además podrían haberse convertido en la "mosca cojonera" y luego serían un lastre si queremos disputar el espacio con el centro-derecha. A ver la paciencia que tienen, nosotros a lo nuestro, fachada y los trapos sucios se lavan en casa, y cuando se harten y se echen al monte, epítetos de manual: "Radicales, sectarios, intransigentes, pinza, Julio Anguita...etc."
¿Y nosotros, la izquierda alternativa? ¿Qué hacer? que diría Lenin... Trabajo, propuestas concretas, agrupar fuerzas, construir alternativa y explicar la necesidad de un cambio real en el modo de entender y trabajar el municipio, apostando por lo nuevo como oportunidad y no como ataque a la sacrosanta "Tradición" (argumento con el que llevan décadas aporreando nuestras cabezas PP y PSOE), con participación activa, huyendo de la delegación en representantes sin apoyo social real. Todo esto con una premisa muy clara, el ayuntamiento en la actual situación es el sitio donde menos política se va a hacer. Afortunadamente hay mucha política más allá de las instituciones.
Hace unos años desde esta misma tribuna escribíamos un artículo "¿Mascarpone? Piazza di Spagna" donde trazábamos paralelismos entre la política italiana y la calceatense. El tiempo pasa, y esta tesis se confirma a cada paso. La hegemonía del Berlusconismo en nuestro municipio se resquebraja y ante esto parece que la única alternativa es la socialdemocracia de derechas, "progre" de cara a galería, igual de derechas en todo lo demás. La única pega es que quedamos algunos "partisanos" que seguimos cantando: "Nella notte lo guidano le stelle/ forte il cuore e il braccio nel colpir." (En la noche lo guían las estrellas, fuerte el corazón y el brazo en el combate.)
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