Señor Director:
La explicación
y la rectificación de Pío García en su artículo “Polémica en Villar de Torre”
le honran. Pocos periodistas a día de hoy están dispuestos a rectificar o dar
explicaciones a los lectores y al conjunto de la ciudadanía sobre su trabajo,
ya que el modelo que impera son los “Alfonsos Rojo” y los “Eduardos Inda” que
están en posesión de la verdad absoluta y son infalibles. Ese periodismo que
debiera ser anécdota, tristemente a día de hoy es paradigma.
Sin embargo,
la anécdota que relataba en su reportaje del pasado sábado 6 de septiembre,
donde un vecino de Villar de Torre les amenazaba a él y a su compañero Justo
Rodríguez por no tener "permiso gubernativo" para visitar el pueblo y
realizar un reportaje fotográfico, no debiera ser tomado como algo gracioso,
surrealista o menor. Señala la falta de cultura democrática, que sin ser total,
ni capaz de definir al conjunto de nuestra tierra, apunta los graves defectos
de forma y de fondo que tiene esta democracia donde sobreviven maneras muy
anteriores a 1978. Por eso, si tal cosa debe ser relatada, debía haberlo sido
en un artículo crítico con el hecho de que tal cosa pueda ocurrir en pleno
siglo XXI y no en un reportaje de viajes de un pueblo tan extraordinario que da
gentes que aun estando lejos de mis ideas las considero amigas como Javier Del
Pozo Ochoa, vecino y representante municipal que expresó el malestar general de
forma correcta y sincera.
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