ANTECEDENTES Y MOTIVOS
Juan Carlos de
Borbón y Borbón-Dos Sicilias fue proclamado rey el 22 de noviembre de 1975,
tras la muerte del dictador Francisco Franco, de acuerdo con la Ley de Sucesión
en la Jefatura del Estado de 1947 y la Ley de 22 de julio de 1969 de la
dictadura franquista. La Constitución española lo reconoció expresamente
otorgándole la Jefatura del Estado, sin una consulta democrática previa acerca
de la forma de Estado, que a la postre significó elegir entre una democracia
lastrada por la falta de ruptura con la dictadura con un rey en la cúspide como
garantía de continuidad o nada.
Con el devenir
de los años y la quiebra del manto de silencio y censura que imperaba en los
medios de comunicación acerca de las actividades y comportamientos de distintos
miembros de la Casa Real, su imagen personal y la del conjunto de los miembros
de la Casa Real empezó a deteriorarse ante la ciudadanía, principalmente y como
detonante a raíz del caso Nóos, un juicio por corrupción que implicaba
directamente a una de sus hijas, la infanta Cristina, y que culminaría con el
ingreso en prisión del esposo de esta, Iñaki Urdangarín. Después, en 2012, el
propio monarca sufrió un accidente durante una cacería en Botsuana por el que
hubo de ser evacuado a España; por ese percance se supo que Juan Carlos de
Borbón había viajado al país africano para participar en una cacería de
elefantes patrocinada por influyentes y acaudalados hombres de negocios saudíes
y organizada por su entonces amante Corinna Larsen, más conocida como Corinna
zu Sayn-Wittgenstein.
El 18 junio de
2014 abdicó en favor de su hijo Felipe, que subió al trono como Felipe VI. Se
decretó, sin embargo, que Juan Carlos conservara de forma vitalicia y
honorífica el título de rey, el tratamiento de Majestad y honores análogos a los
del heredero de la Corona. Cinco años después, en 2019, comunicó que
abandonaba definitivamente la vida institucional, y un año más tarde, debido a
las crecientes sospechas de corrupción, fue despojado por Felipe VI de la
asignación presupuestaria que venía percibiendo de la Casa del Rey. A finales
de mayo de 2019, Juan Carlos comunicó oficialmente a Felipe VI que se retiraba
definitivamente de la vida pública y que ya no participaría en actos oficiales.
En marzo de
2020, varios grupos parlamentarios registraron en el Congreso de los Diputados
una iniciativa en la que solicitaban la creación de una comisión de
investigación; el objetivo era determinar las responsabilidades «civiles,
éticas y políticas» del exjefe de Estado en relación a una «donación» de 100
millones del año 2012 y relacionada con el entonces monarca, su amiga Corinna
Larsen y la adjudicación de grandes obras en la satrapía petrolera de Arabia
Saudita.
El mismo mes,
fue el propio rey, Felipe VI, el que emitió un comunicado en el que renunciaba
a la herencia de su padre, «así como a cualquier activo, inversión o estructura
financiera cuyo origen, características o finalidad puedan no estar en
consonancia con la legalidad y los criterios de rectitud e integridad que rigen
su actividad institucional y privada». Según los estatutos de las sociedades
Fundación Lucum y Fundación Zagazka, Felipe sería el beneficiario directo en
caso de fallecimiento de su padre y encargado del sostenimiento del resto de la
familia. Comunicó asimismo que retiraba a su padre la asignación que cobraba de
los presupuestos de la Casa del Rey. Si bien es cierto, la renuncia a la
herencia de su padre solo es parcial tanto en cuanto no ha renunciado a la
jefatura del Estado ni está dispuesto a someter su mandato a la consulta
popular.
Ante la investigación
de la Fiscalía suiza sobre el presunto cobro fraudulento de comisiones, además
del inicio de una investigación por parte del Tribunal Supremo y la Fiscalía,
el rey Juan Carlos habría decidido marcharse a vivir a una zona privilegiada en
un país con una legislación laxa en caso de petición de extradición. Cuestión
que se hizo pública el 3 de agosto a través de un comunicado oficial de la Casa
Real, suponiendo esto una burla a la justicia y a la democracia española,
muestra del oprobio, la ignominia y la vergüenza que históricamente la familia Borbón
ha generado para España.
Por lo
expuesto anteriormente, proponemos al Pleno de la Corporación Municipal de
nuestra ciudad la adopción del siguiente acuerdo:
1. Retirar el honor de ostentar el nombre de
una de las vías principales del municipio al ciudadano Juan Carlos de Borbón y
Borbón-Dos Sicilias y dejar esta con la denominación Paseo del Espolón.
Santo Domingo de la Calzada a 3 de Agosto de 2020
Siento vergüenza de haber tenido a esta persona como jefe del Estado. Sus hechos, sus tramas, sus gracietas, sus disimulos, sus aventuras, pero sobre todo su sentido de España son deleznables. Merecería ser reprobado por todo el país y reconocida su cobardía por todas las instituciones. Realmente merece el desprecio de todos.
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