Desde Izquierda Unida nos vemos en la obligación de marcar postura ante el lamentable, triste y humillante espectáculo que se produjo el pasado martes en el transcurso del Pleno Municipal ordinario. Nuestro representante Diego Mendiola a su salida del mismo, solo pudo decir que se encontraba muy disgustado por el modo en que se había desarrollado.
Es muy lamentable que ninguna de las iniciativas y preguntas que se plantearon desde la bancada de la oposición se tuviera en consideración. Es muy grave que los grupos del gobierno no intenten oponerse a las mismas argumentando y explicando su posición con respecto a las mismas, es más grave aún que no se tome en consideración ni se debata absolutamente nada, sea beneficioso o perjudicial para el conjunto de la ciudadanía calceatense, pero lo más grave es que se utilice de forma vergonzosa al "nuevo secretario" de la corporación para que sea el perro de presa que el gobierno azuza contra la oposición. Es una humillación inaceptable que sea un funcionario público, quién conteste a las 267 personas que apoyaron a la candidatura de Izquierda Unida porque los miembros del gobierno o no saben o no quieren hacerlo. La legitimidad democrática de la institución se pone en entredicho por estos hechos.
Izquierda Unida de Santo Domingo desde el primer momento consideró que la participación en las instituciones era algo serio, que había que hacer de forma responsable y sin renunciar ni a uno solo de nuestros ideales y planteamientos programáticos por distantes que fueran de los del resto de fuerzas políticas. Pensamos que bajo estas pautas hemos actuado.
En este primer año, en numerosas ocasiones hemos ocupado la centralidad política siendo un ámbito que no nos pertenece ni nos compete. La fuerza que debiera ocupar este espacio es el Partido Riojano y vemos con tristeza que hace caso omiso a un papel que la aritmética hace ineludible. Por contra, en el pasado pleno vimos como el PP se echaba al monte de forma obscena y no sabemos si con el beneplácito o no del PR, ya que su representante no asistió al Pleno Municipal.
Izquierda Unida siempre ha tenido una actitud constructiva que no está reñida con su posición crítica. Esperamos que los miembros del gobierno bajen al llano y no se vuelva a repetir semejante situación, que bien pudiera ser un esperpento de Ramón Mª del Valle-Inclán. Izquierda Unida ni ha querido, ni quiere echarse al monte, pero si nos vemos obligados por las circunstancias que se tenga claro que en la radicalidad no nos va a ganar nadie.
jueves, 31 de mayo de 2012
El PP rechazó, con el voto de calidad del alcalde, tres mociones del PSOE y otra de IU
J. Albo
El voto de calidad del alcalde, Javier Azpeitia, fue decisivo en el pleno del martes, y, además, se empleó a fondo, para deshacer el empate de concejales entre el equipo de Gobierno y la oposición producido por la ausencia de la edil Montserrat Bañares, por motivos familiares.
Con él se rechazaron las alegaciones del Grupo Socialista al reglamento de la Escuela Infantil de Primer Ciclo, y la modificación de la tasa por servicios urbanísticos, además de tres mociones socialistas: una para que «se mantengan los servicios médicos de atención primaria en las zonas rurales de La Rioja eliminados recientemente», otra en la que se proponía al Gobierno de España un proyecto alternativo a la reforma laboral, y una tercera para que no se convoquen plenos ni órganos colegiados en horario laboral. Cayó también otra moción de Izquierda Unida en la que solicitaba la instauración del segundo curso de Intermedio en la extensión calceatense de la Escuela Oficial de Idiomas.
Por otra parte, una vez que se levantó la sesión, varios cazadores de la sociedad local presentes entre el público trasladaron su malestar por la decisión del Ayuntamiento de subir la cuota de adjudicación del coto municipal, de 7.000 a 16.000 euros, como mínimo. El alcalde la justificó en que la asociación «no se quede sin coto, porque, como nos han dicho desde la propia sociedad, van a venir otros ofertando 25.000 o 30.000 euros». Algunos de los asistentes insistieron en saber quién había dicho eso, aunque Azpeitia declinó dar nombres. «Se lo diré en privado», dijo a uno de ellos.
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